La respiración de la abeja o Pranayama Brahmari como se define en yoga, es fácil y atractiva para realizar con niños, les divierte y a su vez aprenden a controlar el flujo del aire en la respiración.
La vibración que se produce al realizarlo, recuerda a la del canto del mantra OM, te llena de paz y satisface.
Si estamos en el aula con niños nos ayudará a calmar un ambiente tenso, a disipar cansancio, preocupación, desorden, creando en su lugar serenidad y armonía, pero sobre todo les estaremos dando una herramienta para auto-sanarse respirando conscientemente.
¿Como lo realizo?
Sentados cómodamente en el suelo (flor loto) o en una silla, procurando mantener tu espalda erguida, manteniendo los pies bien apoyados en el suelo, pondrás tus dedos pulgares de manera que puedas taparte los oídos, el resto de los dedos de las manos los apoyarás en la cabeza. Cerraremos los ojos, inspiraremos profundamente y al exhalar con los dientes juntos y los labios entre abiertos imitaremos el sonido de una abeja hasta el final de la exhalación. Lo realizaremos durante varias respiraciones.
Esta respiración, también la podemos realizar con la boca cerrada pronunciando la letra «M» y exhalando por la nariz. En el caso de adolescentes, si se encuentran incómodos con este pranayama, se puede realizar en silencio simplemente escuchando el sonido de su propia respiración.
Este pranayama bien realizado tanto para adultos como para niños nos regala felicidad.
Om Shanti.
Marga Martin
@petitsgurús