Últimamente oímos mucho la palabra Mindfulness, su traducción es atención plena, o plena consciencia. Se trata de trabajar la concentración exclusivamente en aquello que estamos haciendo.
En yoga constantemente estamos trabajándola, si no hay plena consciencia no hay yoga. Lo hacemos a través de las asanas (posturas), los pranayamas (respiraciones) y la meditación (poner atención a un objeto interno o externo, por ejemplo la propia respiración como objeto interno o bien la llama de una vela como objeto externo). Todo y que la explicación de lo que significa meditar es mucho más profunda y extensa, para aquellos a los que no están muy familiarizados con esta práctica, creo que es una explicación sencilla.
Hay diferentes formas de practicar meditación, la que conocemos «oficialmente», que solemos ver en fotografías, libros y en tv, normalmente sentados en la postura del loto, en el suelo con las piernas cruzadas, espalda recta y manos en las rodillas o haciendo algún mudra (gesto) con ellas. Pero también están las que se pueden hacer en movimiento, como la que os explico en las siguientes líneas.
Aprovechad el tiempo de verano, el exterior, las excursiones al campo, playa, río, y permitiros sentir las sensaciones. Probad también con niños, en familia!!
Allí donde te encuentres, cerciórate de que a tu alrededor no hay peligro de tropiezo o grandes desniveles donde pudieras caer.
Descálzate, siente tus pies, ensánchalos, sé consciente de las sensaciones. Comienza a sentir el suelo debajo de ellos, la tierra, hierva, madera, piedra, dependiendo de donde estés, respira estas sensaciones que, a través del tacto de tus pies, recibes. Quédate unos instantes recibiendo esta información que se va traspasando a tu cuerpo, a tu actitud.
Ahora empezaremos a caminar, muy muy lentamente, no hace falta hacer grandes pasos, al contrario, pequeños, de la siguiente manera: primero cierra tus ojos haz una inspiración profunda, seguidamente pasa todo el peso de tu cuerpo sobre una pierna, cuando ya lo tengas, dando un pasito, apoya en el suelo el talón del pié que da el paso, luego apoya la planta del pié y por último los dedos del pié en el suelo, y, pasa el peso del cuerpo a la pierna y pié con el que has dado el paso. No corras!! siente ese pequeño paso, siente cómo vas colocando tus pies en cada pasito sin correr. Camina de esta forma durante unos minutos, sintiendo tus pasos y el contacto de tus pies en el suelo.
No dejes que pensamientos o inseguridad te resten atención, si te pasa, para, inspira, enraízate con la tierra a través de tus pies… y vuelve a comenzar.
Ahora para, coloca tus pies uno al lado del otro y haz una inspiración profunda, relájate. Vuelve a inspirar y empieza a caminar otra vez, pero con una diferencia, esta vez siente que el suelo que pisas es una alfombra de bellas y delicadas flores, preciosas!! Pon tu atención en como caminas para no hacerles daño, para no estropearlas!! muy muy suavemente ves dando un pasito y luego otro, sintiendo una muyyyyy suave presión en el suelo, casi elevándote para no lastimar a esas suaves flores que te van transmitiendo bienestar. Siente… Camina con esta actitud unos minutos más.
Cuando creas que tienes suficiente, párate, haz una inspiración profunda, sonríe y poco a poco abre los ojos.
Om Shanti.
Marga Martin
@petitsgurús