Agradecer al final de una clase de Yoga

29 de septiembre del 2018

¿Por qué agracedemos y nos despedimos diciendo OM SHANTI (Paz infinita)?

Me encuentro en ocasiones, que hay personas, sobre todo si son principiantes en la practica de yoga, que todo y explicar el por qué agradecemos y hacemos una reverencia, les cuesta o se niegan a hacerlo. Supongo que no acaban de comprender, que esa reverencia principalmente es hacia uno mismo y no entendido como un «rebajarse ante alguien».

En primer lugar, nos despedimos agradeciéndonos a nosotros mismos, por habernos permitido y dedicado ese espacio de tiempo a cuidarnos a través de la práctica de yoga. Hemos sido respetuosos (o queremos serlo) con nuestra salud física, mental y espiritual, y no hemos permitido que nada pase por delante y nos obligue a posponer el dedicarnos ese espacio.

Agradecemos también a los compañeros de práctica, por haber compartido también ese tiempo, haciendo de la práctica un viaje hacia un crecimiento personal del que aprendemos también los unos de los otros.

Al espacio que nos ha acogido para ello, preparado seguramente por el profesor o maestro, cuidando hasta el más pequeño de los detalles, para que tú, sólo al entrar ya te encuentres como en casa, y puedas sentir recogimiento, descanso y paz.

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Agradecemos a las enseñanzas que nos ofrece el Yoga, para sanar, fortalecer, crecer, amar con alegría,… Enseñanzas que son milenarias y que han llegado hasta a ti, a través de grandes maestros que les dedicaron sus vidas, transmitiéndolas de maestro a discípulo, hasta el día de hoy, en que tú, has podido disfutarlas a través de tu profesor o maestro, y por tanto, les agradecemos también a ellos.

Agradecemos a nuestros antepasados, los que, de la mejor manera que supieron, te han traído hasta este momento.

Y nos deseamos PAZ INFINITA (OM SHANTI), o infinita paz. A ti mism@ y a los demás, esa Paz que es la que se intuye cuando has terminado tu práctica en Shavasana y que puedes seguir manteniento y aumentando después, continuando con tu práctica diaria, y aprendiendo a llevarla a tu vida cotidiana. Esa paz que empieza en tu interior, para sin darte cuenta contagiarla a tus allegados y mejorar tu vida y la de los tuyos, aportando bienestar y felicidad.

Espero que hayas podido comprender un poquito más el porque de este gesto, y que en una próxima ocasión no te cueste tanto hacerlo, ya que el agradecer es el mantra más poderoso y sanador que puede existir.

Om Gracias. Om Shanti.

Feliz otoño.

Marga Martin

 

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