Sin desmerecer la autenticidad de esta práctica estática del Ha-tha yoga y del Raja Yoga que nos enseña a través del cuerpo, la atención plena, el aprender a parar y a sentir, sin juzgar, aquello que hacemos tanto dentro de la práctica como fuera de ella.
En estos días estamos jugando al «Pica Pared Yogui».
Para ello, uno de nosotros es el que va marcando el juego. Se coloca a distancia y de espaldas al resto del grupo, el cual se colocará en el otro lado, dejando el máximo de espacio entre el grupo y el que marca el juego.
En un momento dado, el niño que marca el juego dirá: «1, 2, 3 Yoga veré. 1, 2, 3 ¡YA!» y se girará a mirar al grupo que habrá dado un paso hacia delante y se habrá colocado realizando una portura de yoga. Quien se mueva… ¡vuelta al punto de partida!
El grupo irá dando un paso cada vez y realizando diferentes asanas hasta que logren llegar a donde está el niño que marca el juego, el primero que llegue ¡sin correr! tocará la niño por la espalda, y ahora sí, a correr al punto de partida sin que este te ¡atrape!.
Irán cambiando de turno a medida que los niños se vayan atrapando entre ellos, al volver al punto de partida.
Este juego, se puede ir adaptando.
Por ejemplo, el nene/a que marca el juego puede pedir una postura de yoga concreta y al girarse debe ver a todo el grupo realizar dicha postura.
O bien, sea el grupo el que se ponga de acuerdo en realizar una postura y el niño/a que marca el ritmo debe reconocer el nombre de la asana, …
¡imaginación al poder! puedes ir sacando la variante del juego que mejor se adapte a lo que quieres trabajar.
Ayuda a aprender a trabajar en equipo, la confianza, la atención, el cuerpo, el equilibrio, la memoria,… Nos ayuda a reconocer las asanas, su nombre y como realizarla. A disfrutar del yoga y a divertirse,…
¡A jugar!
Om Shanti
Marga Martin
@petitsgurús